El festival “Un desierto para la
danza” es el principal evento de arte escénico que se desarrolla en Sonora, y
uno de los mejores que tienen lugar en el noroeste de México.
Si bien en
otras disciplinas artísticas nuestro estado todavía se encuentra en pañales, en
danza contemporánea es una lumbrera. Para lo anterior tiene que ver el fogueo
que han tenido los ejecutantes sonorenses en estos 20 años que tiene el
festival, pero principalmente que las compañías sonorenses de danza
contemporánea han visto en esta disciplina un medio de expresión creativa y un
trabajo profesional. Un trabajo al que se le nota el estudio, la reflexión y el
diálogo con postulados filosóficos y estéticos actuales, así como un conocimiento
del arte escénico que se desarrolla en el mundo.
Compañías
como Quiatora Monorriel (que este año es la anfitriona), dirigida desde 1992
por Evoé Sotelo y Benito González, han puesto la danza
contemporánea sonorense en el plano nacional. Lo mismo ha sucedido con
Producciones la lágrima, cuya directora artística, Adriana Castaños, es una de las más arriesgadas. Antares es otra
muestra de la buena salud que goza la danza contemporánea en Hermosillo. Manuel Ballesteros y Parámetro ciego,
que empieza a revelarse como una compañía propositiva, son otros dos ejemplos
para entender que el desierto es un escenario propicio para “transmitir con los
huesos”, como decía el coreógrafo ruso, Vaslav Nijinsky.
Programa
Será a
partir del 19 al 29 de abril que tendremos la oportunidad de ver, escuchar y
disfrutar propuestas escénicas de la más alta calidad. Abre el festival Quiatora
Monorriel con su coreografía: “Asunto latente”. El día 20 será para que se
derramen “Las sangres”, de la compañía veracruzana Las sangres, dirigida por el
acreditado coreógrafo sonorense, David Barrón. El sábado 21 doble función:
desde Chile se presenta la compañía Escenalborde y los defeños de Foco al aire.
El 22 toca turno a los guanajuatenses de
Lola Lince. El 23 desde Canadá Rubberbandance. El 24 con una producción
México-Australia se presenta Lux Boreal. El 25 llega la compañía alemana
Gradinger Schubot, que se antoja una de las más atractivas. El mismo 25, sólo
que más tarde, se presenta Manuel Ballesteros con su nortearte. El 26 le toca a
los sonorenses de Antares. El 27 desde Mérida se presenta Tumakat. El sábado 28
veremos a La lágrima. Y para el cierre se presentan los estadounidenses Maureen
Fleming Company. Las funciones comienzan a las 20:00 horas en el teatro de la ciudad de la Casa de
la Cultura. Las carteleras dobles a las 20:00 y 21:30.
El centro del desierto
Una
modalidad, que no había tenido el festival Un desierto para la danza, es el de
las presentaciones imprevistas en algún punto de la ciudad. En esta ocasión se
le ocurrió al coreógrafo de Quiatora Monorriel, Benito Gonzáles, que algunos
espacios del Centro de Hermosillo eran propicios para intervenciones
coreográficas. Serán dos de los ejecutantes de la compañía, Parámetro Ciego,
cuyo director es Ernesto Contreras,
los que sin previo aviso harán su performance en algún punto del Centro los
días 26, 27 y 28 de abril. Sobre la novedosa idea platicamos con Benito
Gonzáles en uno de los primeros ensayos que tuvo lugar en una esquina en la
calle Heriberto Aja.
Enseguida de
una muy poca discreta casa de citas, y al alcance de los gritos de un travesti
en la esquina contraria, Gonzáles nos explica que aquella intervención originalmente
estaba pensada dentro de un proyecto de
beca que está realizando apoyado por el FONCA. “Mi intención es crear una
imagen y no tanto un desarrollo escénico-dramatúrgico. Quería hacer algo en lo
que he venido trabajando actualmente, piezas atemporales, sin principio ni fin.
El año pasado hice algo parecido con La lágrima y este año se me hizo padre
hacer una intervención performática aquí en el Centro de Hermosillo.”
-¿Y cuál es la intención? Le pregunto al coreógrafo que secretamente
admiro desde la adolescencia. Mientras lo cuestiono el travesti del otro lado de la esquina se ofrece a los
automovilistas que transitan por la desolada vía, y cuyos faroles de auto iluminan
la instalación de Gonzáles. Los dos advertimos la escena.
-“Mi
intención es que suceda precisamente esto de lo que estamos siendo testigos.
Que la pieza sea tocada por la realidad y que la realidad sea tocada por la
pieza.”
-IBR.
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