(En el 2010 asistí a este evento. Por el tema, no se publicó la nota. Aquí la dejo a propósito de ayer en la Plaza Emiliana de Zubeldía).
Son
varios los mitos que refieren al inicio de una tradición entre los fumadores de
Cannabis en todo el mundo. El 20 de
abril es el día
internacional de la marihuana. En un ambiente alejado de la represión,
Hermosillo no escapó a las celebraciones
Hay varias versiones, entre los consumidores
de Cannabis Sativa, mejor conocida
como marihuana, sobre el inicio del ritual 4:20. Una de ellas se remonta a una
preparatoria del norte de Carolina, en Estados Unidos, donde jóvenes se
reunían, exactamente a las 4:20 de la tarde, a fumarse el primer toque del día. Lo cual se fue
convirtiendo en una tradición. Otra versión apunta que, buscando un tesoro,
cuatro jóvenes encontraron una plantación de cáñamo en la coordenada 4:20
dentro de un radio de 10
hectáreas . Una de las explicaciones más interesantes es
la que cita el relato “Within the walls of Eryx” (Dentro de los muros de Eryx) del
gran escritor de ciencia ficción, H.P. Lovecraft (Providence, EUA. 1890). En
dicha narración Lovecraft describe una planta muy similar a la Sativa al referirse a una
escena en la que un intrépido explorador espacial tropieza con una planta de
“espejismo”. Ofrezco una modesta traducción de dicho párrafo:
"A pesar de
que me daba vueltas peligrosamente la cabeza, traté de comenzar en la dirección
correcta y sortear mi camino a seguir. Mi ruta debió haber sido muy irregular.
Me parecieron horas antes de que estuviera libre de la influencia
omnipresente del espejismo-planta. Poco a poco las luces bailando comenzaron a
desaparecer, y el paisaje espectral brillante comenzó a asumir el aspecto de
solidez. Cuando todo me pareció claro miré mi reloj y me sorprendió ver marcaba
apenas las 4:20. Para mí fueron eternidades. Toda mi experiencia podría haber
consumido poco más de media hora."
Esto viene a colación ya que el pasado 20 de
abril, exactamente a las 4:20 de la tarde, alrededor de 1800 jóvenes, y no tan
jóvenes, se reunieron en el parque Madero de Hermosillo, Sonora. La intención
era conectarse con las celebraciones
internacionales por el día de la marihuana. Música reggae, tambores africanos,
lectura de fragmentos de la carta internacional de derechos humanos, consignas
de libertad, trabajo, paz y legalización del enervante, fueron algunos de los
elementos de dicha fiesta.
Emos, punks, cholos, blacks, fresas, hippies; en
fin, toda una gama de clanes sociales, principalmente adolescentes, se dieron
cita al parque más grande que tiene la ciudad. Era extraño ver a algunos de
ellos encendiendo cigarrillos de la marihuana. Después de todo se trata de un
lugar público y de una sustancia prohibida por la ley. Además hay que agregar
que vivimos en una ciudad mocha,
donde este tipo de eventos son muy raros; a diferencia de las grandes ciudades
del país y el mundo.
Alrededor del parque se podía ver a policías
municipales rondando. Seguramente les llegó el característico olor de la hierba pero se hicieron de la
vista gorda. Los organizadores del evento repartieron bolsas para depositar
basura. Nadie estaba bebiendo alcohol, ya que la invitación especificaba que no
se podía hacer. Fue sorprendente, para este reportero, ver aquel espacio liberado que ocuparon jóvenes que no paraban de llegar al lugar.
Fuera de todo prejuicio y moralina en turno,
el evento marcó un antes y un después en la vida social de los jóvenes, y no
tan jóvenes, en Hermosillo. Los principales usuarios de la droga, entre los que
se encuentran los trabajadores de la construcción y los jornaleros, no se
dieron cita al evento. A esas horas seguían en su larga jornada de trabajo.
Además que, seguramente, no saben nada sobre la celebración del llamado 4:20.
Los principales usuarios del enervante fuman para aguantar el pesado trabajo al
que se dedican, y no para gritar al mundo que son libres y están unidos en torno
a una causa: la legalización. Los principales usuarios están alejados de la
cultura global y no entienden nada sobre Lovecraft y jóvenes gringos
iniciadores de una tradición. Sobre esos usuarios debería pensarse al momento
de hacer propuestas como la legalización de la marihuana en México.
Este tipo de eventos mandan un mensaje:
Hermosillo, por fin, se está convirtiendo en una ciudad moderna. Entiéndase
esto como un lugar donde todos y cada uno de sus pobladores tienen espacios de
expresión, conocimiento y convivencia.
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